El Real Madrid comenzó 2019 complicando sus opciones al título liguero con su empate (2-2) ante el Villarreal, donde su desgana de la segunda mitad acabó siendo castigada, en un mal partido de Marcelo, marcado por la nueva lesión de Gareth Bale y una ocasión perdonada de Lucas Vázquez que pudo ser la sentencia.
Las claves del inicio de 2019 con tropiezo del Real Madrid son:
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1. Falta de actitud
La tuvo para reaccionar con solvencia a un mal inicio, con gol en contra y superado por la intensidad del rival, pero no cuando tuvo ventaja en el marcador. En el segundo tiempo, el Real Madrid desapareció del terreno de juego. Se olvidó del balón y nunca tuvo profundidad. Fue reculando metros, dando confianza al Villarreal hasta recibir el castigo del tanto del empate final. Su especulación acabó convirtiéndose en desgana, una falta de motivación en una competición que premia al más regular y que va camino de tirar en Navidad como hizo la pasada temporada.
2. Marcelo, un punto débil defensivo
Cada entrenador del equipo que se mide al Real Madrid busca con su jugador más rápido la banda de Marcelo. Todos ven el punto de mayor debilidad madridista en su lateral izquierdo. El brasileño regresó peor de lo que se fue de vacaciones, sin ritmo sufrió ante la explosividad del joven Samu Chukweze y estuvo involucrado en los dos tantos que recibió Thibaut Courtois. Su influencia en el juego se ha rebajado, defensivamente muestra carencias que obligan a continuas coberturas de sus compañeros y ha perdido fuerza en la faceta ofensiva donde siempre desequilibraba. Vive su momento más bajo en el apartado físico.
3. La lesión de Bale
No pudo empezar peor el año para Gareth Bale, sintiendo dolor en su punto débil, el sóleo y viéndose obligado a pedir el cambio en el descanso tras minutos en los que el Real Madrid jugó con diez porque el galés desde que fue atendido por los médicos, ya no participó en ninguna de las jugadas ni se atrevió a correr con velocidad. El diseño de partido había quedado perfecto para explotar sus virtudes, esperando al rival y lanzando contragolpes. De golpe regresan todos los miedos a su cabeza y la falta de continuidad en cuanto quiere asumir el liderazgo que se le demanda desde el club.
4. El mano a mano de Lucas Vázquez
Fue la única acción de peligro del Real Madrid en toda la segunda parte, pero fue tan clara que debió ser el broche a su victoria. Lucas Vázquez luchó y se plantó solo ante Asenjo en un mano a mano que resolvió de la peor forma posible, chutando sin confianza, con opción de regatear hacia un lado para marcar a puerta vacía o incluso asistir a Karim Benzema que se desesperaba pidiendo la pelota completamente solo. La acción pasó factura posteriormente y marcó el resultado final. Lucas asistió en el primer tanto con un pase medido pero perdonó la jugada decisiva.
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5. Cambios de Solari
La lectura de partido de Santiago Solari no dejó ningún revulsivo desde el banquillo. Ante la lesión de Bale apostó por Isco, buscando mayor calidad en la posesión que verticalidad. El proceso gripal de Luka Modric le permitió jugar poco más de una hora y su sitio lo ocupó Fede Valverde antes que Dani Ceballos cuando el Real Madrid ya sufría sin balón. Optó por el músculo antes que por la calidad para recuperar la posesión. Y tardó demasiado en sacar a Vinicius, 86 minutos, el único futbolista de la plantilla que encara rivales siempre, desborda y puede generar desequilibrio.